Muy señores míos, nunca vivimos por encima de nuestras posibilidades, porque no se puede vivir por encima de las posibilidades, si las posibilidades existen, si supuestas entidades nos ceden amablemente un boli para firmar después de haber estudiado nuestras nóminas, nuestro historial y nuestro ADN, si nos dan el boli y firmamos es que la posibilidad existía, si desde ese sitio tan aislado tan alto y tan poco mundano que es el congreso nos decían que no pasaba nada, que todo estaba bien nosotros lo creímos. Lo creímos porque ustedes señores políticos estàn ahí para gestionar este país de manera solvente, estàn ahí para crear no para destruir, y todos los españoles pensábamos que sabían lo que hacían, y resulta que no, que ni unos ni otros ni la madre que me parió. Resulta que eran ustedes, los Zapateros y los Rajois los que gobernaban por encima de sus posibilidades. Eran ustedes los que no tenían ni tienen ni puñetera idea. No dan una. No se merecen ni su sueldo ni haber sido aplaudidos alguna vez, porque no saben cuidar más que de sí mismos. La suerte que tienen es que en España abrimos la boca para quejarnos en el bar, somos fanfarrones de bar, o de blog, según el caso. Somos fanfarrones y no hemos aprendido a decapitar como los franceses. Se nos quedaron todas las fuerzas en el dos de Mayo. O en intentar encontrar trabajo, o en darle de comer a nuestros hijos o en que dejen de quitarnos los derechos a los currantes porque saben que ustedes jamás serán currantes, porque ya saben ustedes hacer los favores precisos para que después de mal gobernar les caiga un consejo de administración, a 6000€ por reunión. Están quitándole el color al país de Picaso y Velázquez. Están desculturizando al país de Lope de Vega y Garcilaso. Matando la sanidad que estuvo en manos de Gregorio Marañon y Ramón y Cajal. Nunca vivimos por encima de nuestras posibilidades. Aquí cada cual se levanta a las siete de la mañana para ir a currar, recogíamos a nuestros niños del cole que dan inglés para no ir haciendo el ridículo por la vida y cenábamos ligero para mantener el tipo, mientras ustedes no hacían aquellos para lo que han sido contratados.
Este es un gran país que ustedes han hecho que esté triste y desconfiado, este es un gran país por el que parece haber pasado un terremoto. Y en cierta manera lo ha hecho, el de la ineptitud. De unos y de otros, que a estas alturas ya no me creo a nadie.
